Sobre la posposición del pensamiento reflexivo y el escape de lo que estamos forzados a afrontar, tarde o temprano.
simple devaneo distráeme del miedo del dolor distráeme de lo triste que marea charcos y forja lindes distráeme de la alegría de súbita aparición y súbito abandono distráeme de lo adverso del sufrimiento ajeno de la guerra y muerte para qué saberlo todo si desde dentro ebullimos solo(s)
¿Cuándo un descanso, ignorando nuestros problemas personales, deja de ser más que eso mismo para volverse una condena prolongada por forzar nuestro anhelado concepto de felicidad?
Fotografía de Jr Korpa en Unsplash.