Transcripción
XLVIII
Tengo ahora 70 soles peruanos. Cojo la penúltima moneda, la que suena 69 veces púnicas. Y he aquí, al finalizar su rol, quémase toda y arde llameante, llameante, redonda entre mis tímpanos alucinados. Ella, siendo 69, dase contra 70; luego escala 71, rebota en 72. Y así se multiplica y espejea impertérrita en todos los demás piñones. Ella, vibrando y forcejeando, pegando grittttos, soltando árduos, chisporroteantes silencios, orinándose de natural grandor, en unánimes postes surgentes, acaba por ser todos los guarismos, la vida entera.
Gracias por escuchar Alter Lingua.