Transcripción
XXXVII
He conocido a una pobre muchacha a quien conduje hasta la escena. La madre, sus hermanas qué amables y también aquel su infortunado «tú no vas a volver». Como en cierto negocio me iba admirablemente, me rodeaban de un aire de dinasta florido. La novia se volvía agua, y cuán bien me solía llorar su amor mal aprendido. Me gustaba su tímida marinera de humildes aderezos al dar las vueltas, y cómo su pañuelo trazaba puntos, tildes, a la melografía de su bailar de juncia. Y cuando ambos burlamos al párroco, quebróse mi negocio y el suyo y la esfera barrida.
Gracias por escuchar Alter Lingua.