m. Nube grande, baja y grisácea, portadora de lluvia, nieve o granizo.
DRAE
Caminaba cuesta arriba, con las narices viendo el suelo y los ojos aspirando a otros aires más fríos y puros, menos bríos y crudos. Paso a paso iba escalando, jadeando, tierra arrastrando. Se me nublaba el pensar por la falta de oxígeno. Perecían mis pulmones, a la altura eran alienígenos. Y de pronto ya tenía el cuerpo sumergido en un nimbo a mi parecer divino, pero escondía en sí el rencor andino, que por los siglos de los siglos demandaba ser indómito a humanos martirios. Entonces fui lanzado de ese limbo por mi atrevimiento olisco.