Insomnio infeliz y feliz – Clarice Lispector

Crónica en A descoberta do mundo. Rio de Janeiro: Rocco, 1999. Traducción de Pablo Alejos Flores.


De repente los ojos bien abiertos. Y la oscuridad toda oscura. Ya debe ser alta la noche. Prendo la luz de la cabecera y para mi desespero son las dos de la noche. Y la cabeza clara y lúcida. Todavía puedo encontrar a alguien que esté igual, alguien a quien pueda llamar a las dos de la noche y que no me maldiga. ¿A quién?

¿Quién sufre de insomnio? Y las horas no pasan. Dejo la cama, tomo café. Y para colmo con uno de esos horribles sustitutos del azúcar porque el Dr. José Carlos Cabral de Almeida, dietista, cree que necesito perder los cuatro kilos que subí con la superalimentación después del incendio. ¿Y qué ocurre en la luz prendida de la sala? Pienso en una oscuridad clara. No, no lo pienso. Se siente.

Se siente una cosa que solo tiene un nombre: soledad. ¿Leer? Jamás. ¿Escribir? Jamás. Pasa un tiempo, veo el reloj, quién sabe son las cinco. Ni siquiera las cuatro. ¿Quién estará despierto ahora? Y ni puedo pedir que me llamen en medio de la noche pues puedo estar durmiendo y no lo perdonaría. ¿Tomar una pastilla para dormir? Pero ¿y el vicio que nos vigila? Nadie me perdonaría el vicio. Entonces me quedo sentada en la sala, sintiendo. ¿Sintiendo qué? La nada. Y el teléfono a la mano.

Pero cuántas veces el insomnio es un don. De repente despertar en medio de la noche y tener esa cosa rara: soledad. Casi ningún ruido. Solo el de las olas del mar azotando la playa. Y tomo café con gusto, toda solita en el mundo. Nadie me interrumpe la nada. Es una nada al mismo tiempo vacía y rica. Y el teléfono mudo, sin aquel timbre súbito que sobresalta. Después va amaneciendo.

Las nubes se van aclarando bajo un sol a veces pálido como una luna, a veces de fuego puro. Voy a la terraza y soy tal vez la primera del día en ver la espuma blanca del mar. El mar es mío, el sol es mío, la tierra es mía. Y me siento feliz por nada, por todo. Hasta que, como el sol va subiendo, la casa va despertando y está el reencuentro con mis hijos somnolientos.

Licença Creative Commons

Leer la crónica original escrita en portugués.

Una respuesta a “Insomnio infeliz y feliz – Clarice Lispector”

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Crea un sitio web o blog en WordPress.com

A %d blogueros les gusta esto: