Un poco sobre lo complicado que es definir la esencia humana, ¿en realidad estamos todos en el mismo barco?
Written by TheAfroPoet on Medium. Translated by Pablo Alejos Flores into Spanish.
Muchos de nuestros problemas sociales más persistentes están respaldados por nociones, igualmente perpetuas, sobre la esencia biológica de la humanidad, según las cuales nuestras percepciones, actitudes y potenciales están «programados» a través de la genética y la evolución. Solemos decir que los actos de egoísmo y violencia son simplemente parte de la naturaleza humana. Pero ¿y si esas formas de percibir la naturaleza humana son tan solo conceptos obsoletos?
Estas creencias son mitos basados en hechos falsos, afirmaciones falsas y una cantidad significativa de ignorancia sobre lo que realmente se sabe sobre nuestra especie. La razón por la que muchos de nosotros vinculamos ideas singulares sobre raza, sexo y agresividad con el sentido común se debe principalmente a la creencia generalizada de que debajo de la fina capa de cultura, poseemos un conjunto fundamental de instintos, un conjunto de predisposiciones genéticas y una humanidad en bruto. Las ideas populares sobre lo que es la naturaleza humana y las percepciones específicas sobre el sexo, la agresividad y la etnia están fuertemente ligadas a la cultura.
La especie humana y muchas otras especies en nuestro planeta probablemente están condenadas si la naturaleza humana es como muchos filósofos de la Ilustración sugirieron. Si cada persona es, en la meollo de su naturaleza, una entidad autónoma, egocéntrica, codiciosa y materialista, parece bastante imposible construir una economía global sostenible y reparar la biósfera gravemente dañada.
Concepciones teológicas de la naturaleza humana
Hay muchas culturas y épocas con diversas concepciones de la naturaleza humana. Sócrates creía que la buena vida y las cosas relacionadas a la naturaleza humana involucraban la razón.
Las diferentes religiones del mundo también ilustran la variedad de métodos para comprender la naturaleza humana. El hinduismo y el budismo ven la naturaleza humana, en parte, desde el punto de vista del yo como un componente de todo lo que existe y nos asignan la tarea de convertirnos en el no-yo. El hinduismo y el budismo sostienen que los humanos están conectados con todo lo que existe, al mismo tiempo que enfatizan cómo el ego es fundamentalmente divino, al igual que otras religiones panteístas. La esencia humana, atman, que es la misma que la realidad definitiva, Brahman, yace más allá del humano empírico.
En contraste con el hinduismo y el budismo, que enfatizan la conexión entre la naturaleza humana y la naturaleza divina, las religiones semíticas, como el islam y el judaísmo, típicamente ven al ego como algo separado de lo divino. El islam es la religión que más enfatiza la separación de Dios y el mundo; sostiene que la humanidad depende de Dios y de su voluntad. Dios es el Creador de la humanidad, así como en el judaísmo. Darse cuenta de esta dependencia y actuar en consecuencia, es decir, con aprecio hacia Dios, es la meta de la humanidad.
Concepciones filosóficas
Griega
Las teorías de la naturaleza humana han sido influenciadas significativamente por dos movimientos filosóficos primordiales. Según el antiguo filósofo griego, Platón, solo los humanos son capaces de comprender y apreciar racionalmente el mundo tal y como es, sin ser afectados por los cambios. Esta aptitud proviene de las facultades lógicas, que se reflejan en las habilidades de pensamiento. Debido a esto, pensar y actuar, teniendo al pensamiento como guía, son componentes fundamentales de la naturaleza humana.
Ubuntu
Una filosofía surgió en la década de 1950, la concepción Ubuntu de la naturaleza humana giraba en torno al humanismo africano. Con el concepto de que nuestro sentido de nosotros mismos está moldeado por nuestra relación con otras personas. La filosofía Ubuntu dice que la sociedad, y no un ser humano trascendente, le da a los humanos su humanidad. La humanidad nos sería dada por la idea de que debemos sostenernos unos a otros justamente porque nos creamos unos a otros. El académico literario keniano James Ogude cree que Ubuntu podría servir como contrapeso al individualismo desenfrenado que está tan extendido en el mundo contemporáneo.
Desde una perspectiva fenomenológica, las personas parecen participar en una amplia gama de dominios conectados tanto a componentes naturales como culturales. La vida humana está intrincadamente entrelazada con la naturaleza y la historia. Esta complejidad también afecta la forma en que las personas se perciben a sí mismas e interactúan con el entorno exterior. Sin embargo, este fenómeno también implica que reducir la interpretación de lo que es la naturaleza humana a uno o a un pequeño número de componentes involucra limitar las posibilidades de autocomprensión humana y, en última instancia, de autorrealización humana.
Conclusión
El principio central de la biología evolutiva es que la vida es solo una masa abundante de diversidad, con algunos grupos estables de criaturas en su interior, por todo el espacio y el tiempo. Estas agrupaciones estables, a las que nos referimos como «especies», solo intercambian material genético entre sí. Pero incluso dentro de estos grupos de reproducción, existe una variación significativa en la descendencia, lo que demuestra que su agrupación es solo un accidente casual de la historia evolutiva.
Como resultado, ninguna especie específica tiene una «esencia».” Siempre puedes localizar a otro miembro de la misma especie que no posee una característica que inicialmente creías que compartían todos (y solamente) los miembros de esa especie. Esto refuta completamente la teoría esencialista de la naturaleza humana. Además, es compatible con la forma en que normalmente vemos a la humanidad. Podemos identificar otros animales que comparten alguna variación de cada rasgo humano supuestamente único, como la razón, la moralidad o el lenguaje, o personas que carecen de ellos.
Entonces, el argumento de Hull podría reformularse de la siguiente manera:
(1) Habrá un conjunto de características requeridas y competentes que son exclusivamente humanas si hay una naturaleza humana (es decir, una naturaleza compartida por todos y solo por los miembros de la especie Homo Sapiens).
(2) No hay una colección de características esenciales y competentes que hagan que algo sea humano (ni ningún conjunto estadístico).
(3) Como resultado, la naturaleza humana no existe.
Muchas de las discusiones más intensas entre los opositores de la psicología evolutiva y los partidarios de esa teoría generalmente se centran en si ciertas cualidades que parecen ser universales (o casi universales) pueden explicarse mejor mediante procesos evolutivos. Volvamos a la ilustración anterior de cómo los hombres jóvenes tienden a ser violentos o promiscuos. Algunos individuos pueden querer argumentar que estas características son el resultado de nuestro pasado evolutivo, mientras que otros querrán afirmar que son el resultado de ciertas condiciones ambientales que siempre están presentes.
En conclusión, habrá mucho desacuerdo sobre lo que constituye la naturaleza humana, incluso si aceptamos la interpretación nomotética de la misma. Aunque la filosofía por sí sola no puede resolver esos argumentos, al menos puede aclarar de qué estamos discutiendo.
Traducción de Pablo Alejos Flores
