Egoinflación

Poema


Después de oír las adulaciones

—las bellas ridículas que nos entrega la vida por sorpresa, o esfuerzo—

he sido poseído por tales palabras y gestos

—adjetivos omnipresentes que poco a poco me van enterrando.

¡En un sarcófago ya me encerraron!

y ya lograron lanzarme a la más recóndita profundidad del ego.

He caído mil metros…

Ahora solo veo hacia arriba, hacia un diminuto hoyo;

pero ¡tan inalcanzable está de mí!

que ni saltando como burro podré salir.

Pablo Alejos Flores

Creative Commons License

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Crea un sitio web o blog en WordPress.com

A %d blogueros les gusta esto: